La democracia vista por un izquierdista cualquiera sea su facción, es siempre la misma, democracia sin alternancia, por lo tanto esta democracia es distinta a la concepción de democracia que ofrece nuestra institucionalidad...
Deben gobernarnos quienes quieran servir a los intereses comunes de la sociedad, y no quienes quieran servir a los particulares intereses de ideologías.
La constante contradicción con los izquierdista esta basada en que por el beneficio del colectivo, de acuerdo a la izquierda, la ciudadanía debería aceptar y trabajar, para una clase que dirige y planifica hasta lo más mínimo de la sociedad.
Por lo tanto aquellos que sostenemos que, la democracia es la que debe garantizar el libre emprendimiento y la propiedad individual como los factores centrales del desarrollo de la sociedad, estaremos en permanentemente desacuerdo con la izquierda.
La nuestra es una lucha constante por evitar que el totalitarismo inherente intrínsecamente a la ideología izquierdista se apodere del "gobierno del estado".
Chile junto a otros países de latino América, estan perdiendo esta batalla.
La izquierda conciente de que la caída de los "socialismos reales", representó una derrota aplastante en la aplicación de sus teorías acerca del socialismo, y que en latino América, el Gobierno Militar y el General Pinochet se erigieron como un paradigma elocuente de recuperación de la libertad y de la democracia, optó por nuevas estrategias, en su derrotero por la conquista del poder. Habílmente han sabido transformar la derrota en ganancia, haciendo una realidad lo del "NADIE SABE PARA QUIEN TRABAJA".
Hay que reconocer que diciplinadamente, los "cuadros izquierdistas", en todos sus niveles han cumplido sus roles asignados.
Y estan ganado su billete, comunistas, socialistas, rodriguiztas, lautaristas, hasta para los anarcos les alcanza.
Los jefes: millonarios lobystas, senadores, diputados ministros, en ejercicio y en retiro, profesores universitarios, verdaderos "carteles" de intelectuales, desparramados en ONG, corporaciones digitales etcétera.
Paradojalmente la izquierda y su ideología por naturaleza conculcan y violan los DD.HH., sin embargo, como estrategia de lucha por el poder, han sensibilizado a las masas ciudadanas de tal manera, que han hecho creer que como bloque político han sido víctimas y reivindican justicia para sus afectados, culpando y demonizando a los organismo que se han encargado de reprimir el terrorismo y la violencia que el izquierdismo ha usado como método de lucha para imponerse.
Es decir de agresores, se transformaron en víctimas.
Sumemos a esto, la importante interacción de factores exógenos a la realidad del izquierdismo, que han influido profundamente para que este se encuentre gobernando .
Entre varios los principales son :
Las condiciones de desarrollo social, político y económico en que se encontraba el país cuando el gobierno de este les fue entregado por el GM del General Pinochet.
La apetencia de poder por parte de la dirigencia de la DC, quienes no trepidaron en traicionar sus principios y unirse a quienes postulan la desaparición de la DC como expresión partidaria.
La timorata y pusilánime dirigencia de la derecha partidista que no supo capitalizar el apoyo de la ciudadanía al legado del GM.
La aceleración y cambios en la ciencia y la cibernética que han afectado directamente el campo mediático, provocando que las comunicaciones sean hoy un factor de influencia en las masas y su manejo.
Y lo mas importante, aquello que la izquierda gusta de llamar la "derecha que manda", esto es cuando se refiere a los monopolios internacionales, oligopolios locales, que no son otra cosa, mas que grandes empresas administradas sin principios políticos particulares, y en las que sus administradores son movidos de acuerdo al interés normal de mantener el éxito en la gestión de sus compañías, por lo que no dudan en hacerse socios de quienes gobiernan políticamente, y esto por encima de cualquier preferencia política que individualmente tengan...O sea, nuevamente..." NADIE SABE PARA QUIEN TRABAJA".
La izquierda cuenta con un poder ilimitado e inimaginable, con chantajes, corrupción, prevaricación e injusticias (especialmente en contra de quienes una vez los pararon y derrotaron las FF.AA., y de Orden) , toda posibilidad de cambios depende única y exclusivamente de los errores que sus "profesionales de la política" vienen cometiendo y cometerán.
El afán de destruir el sistema que los alimenta y les da ganancias, para transformarlo en uno que les permita ejercer "absoluto dominio", les ha llevado a transformar el neo-liberalismo o liberalismo económico, en un neo-mercantilismo o mercantilismo,el que no es más que una fase pasada del desarrollo del capitalismo, y que ha sido revivida precisamente por el izquierdismo, porque el mercantilismo, los coloca en el mismísimo comienzo de la teoría marxiana.
El mercantilismo agudiza y acentúa las desigualdades sociales, y la dirigencia de la izquierda con una mano hace el gran billete, y con la otra azuza y mantiene vigentes todas las contradicciones que sean necesarias.
Bajo la dirección de un Estado asociado a las grandes empresas este planifica y distribuye, crece buracráticamente, y la multiplicidad de "beneficios" que otorga el Estado, provoca que gran parte de la ciudadania dependa del Estado, y esto da paso a la consecuente enajenación de los beneficiados.
No es de extrañar, que por sobre cualquier pronostico, proposiciones de cambios, nuevas leyes, cambio del binominal etcétera .... sea díficil salir de la espiral de decadencia en que estamos sumidos, y por lo tanto será cada día más difícil deshacerse del parasitismo izquierdista .
La globalización , la nuevas formas de intercambio comercial y de vivir a la que los países se estan ajustando, y en particular el actual estado de situación del nuestro, aparentemente, estarían confirmando que la cienticidad de la teoría izquierdista es un hecho.
No obstante, la contradicción vital yace en que tarde o temprano el ser humano "descubre que su libertad individual esta siendo conculcada",
y cuando esto sucede ni la izquierda ni ninguna clase de totalitarismo puede sostenerse en pié.
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