martes, 22 de febrero de 2011

EL senador Jovino Novoa un duro de la derecha.

En el plano valórico, sin embargo, podría ser un liberal respecto de las posiciones de su partido. Hace un mes decidió entrar en el debate sobre las uniones entre las parejas homosexuales y elaboró un documento que, en sus líneas gruesas, era distinto al de la UDI, que se enfocaba en medidas para fortalecer la familia y no entraba en la definición de la convivencia entre las parejas de hecho, ya fueran heterosexuales u homosexuales. Apartándose de ese libreto, Novoa abogó para que la legislación se haga cargo de asuntos relativos a la vida en pareja, incluidas las homosexuales, y admitió la posibilidad de realizar pactos de administración de bienes. También se mostró receptivo a normas especiales de herencia e incluso, se abrió a regular la situación de quienes, estando casados, convivan con una pareja homosexual.

¿Por qué decidió presentar una iniciativa respecto de las uniones de hecho?

Hice un aporte al debate interno en la UDI. Yo me opuse al Acuerdo de Vida en Común (proyecto de Andrés Allamand) porque no me parecía prudente que, a raíz de un problema de las parejas homosexuales, se empiece a crear una especie de matrimonio de segundo tipo. Pero sí reconozco que hay uniones de hecho. Las hay por montones entre hombres y mujeres, hétero y homosexuales. Cabría entonces regular estas relaciones. Si dos personas viven juntas toda la vida tienen derecho de pedirse una a la otra alimentos. En materia de herencia no tocaría las normas, pero se puede establecer que los bienes en común de los convivientes queden para quien sobreviva. Si no hay bienes en común y el conviviente que sobrevive es pobre, tal vez debiera reconocérsele en la posible herencia el derecho de alimentos. Son todas cosas racionales. Se trata de interpretar la humanidad de las personas. No veo nada raro, por eso me sorprendió la negativa de algunos a revisar algo así.

La comisión política de la UDI no aprobó la propuesta.

Quedó abierto el tema. Traté de ir buscando soluciones, bajo la idea de que la convivencia es un hecho y que los hechos hay que aceptarlos como son. Los homosexuales me podrían decir: "Mire, señor, a mí me gustaría casarme". Le tendría que responder que no es que yo no quiera, sino que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. En estas realidades, los políticos tenemos que mirar y evaluar el conjunto de la organización social. No soy predicador, soy político y parlamentario. Mi responsabilidad es ver cómo, manteniendo una estructura de valores centrales, organizo la sociedad de la mejor manera y regulo ciertos temas. Por lo mismo, tengo reservas frente al Acuerdo de Vida en Común, que al formalizar una convivencia abre puerta, por ejemplo, a la adopción.

¿Cree que la UDI es muy conservadora en términos valóricos? La UDI tiene una posición bastante clara en el campo político. Es un partido más bien conservador en lo que son los valores, pero yo, por ejemplo, critiqué la campaña del sida porque era poco clara, trataba de ser irónica, pero le faltaba ser directa y hablar de frentón del uso del preservativo. Ahí he marcado algunos puntos. También los marqué respecto de la "píldora del día después".

Otros parlamentarios de su partido, como José Antonio Kast, han intentado frenar la distribución de la píldora.

En ciertos casos, el derecho no puede precisar bien las circunstancias. Aquí hay un riesgo: que la píldora sea abortiva... Yo creo que en la vida hay muchos riesgos, y la ley no puede prohibir todos los riesgos y la persona puede decidir. Alguien podría decir que si una persona tiene relaciones sexuales y no es cuidadosa, no tiene derecho a tomarse una pastilla. Bueno, es legítimo pensar así. Pero como legislador, uno no puede hacer ese juicio. Y como alcalde, menos. Nadie se puede negar a entregar la píldora. Los alcaldes que se han negado a entregar este anticonceptivo han puesto sus convicciones, muy legítimas, por encima de su función pública. Distinto es el caso del aborto terapéutico.

¿Por qué?

El aborto terapéutico supone la voluntad cierta de interrumpir la vida. Si se hace un tratamiento médico para que la madre no muera y, a consecuencia de eso, muere el feto, eso no es, en ningún caso, aborto. Y no se necesita una ley para regular eso.

¿Y qué ocurre con los casos de los llamados "fetos inviables"?

¿Quién tiene el derecho o la facultad de decir esto es o no viable? Podríamos llegar al caso de un anciano que esté tan enfermo que alguien diga que no es viable y que va a morir de todos modos. Pero yo no le daría a un médico la facultad de decidir quién vive y quién no. Pueden darse casos en que una mujer tenga que aguantar nueve meses para que nazca una criatura que no vivirá ni un minuto. Es doloroso, pero excepcional y la ley no está hecha para los casos excepcionales.

Usted señala que es parlamentario y no predicador, ¿qué le parece el rol de la Iglesia Católica en este ámbito?

La Iglesia ejerce su derecho al manifestar sus posturas. Por cierto, tiene una influencia moral muy fuerte. La tienen también los evangélicos en Chile; la tiene la comunidad gay también. Todos tienen derechos a plantear sus posiciones. Uno, como parlamentario, tiene que entender que su rol es oír a todos y tomar en conciencia la decisión política o legislativa. Hay ciertos aspectos de la agenda valórica que uno no puede llevar a la legislación, porque o no es posible determinar los hechos, como en el caso de la píldora, o porque son conductas que no merecen una sanción o reproche social, como es el caso de la convivencia hétero u homosexual.

¿Cree que es incómodo para la UDI abordar la agenda homosexual?

Nunca he visto aquí en la UDI un clima de homofobia. Los homosexuales son personas que merecen el respeto y si tienen problemas o son víctimas de discriminación, no debiéramos desconocerlos. Claro que no puedes organizar toda la sociedad en torno a esa realidad, de partida porque no es la realidad de toda la sociedad, al menos ahora. ¿Qué es lo que nosotros cuidamos? Que esa realidad no altere toda la composición social. Desgraciadamente, a veces estos temas se toman más como bandera de lucha política que como bandera de lucha de las personas. La Concertación hace 20 años tomó como bandera de lucha instalar que no hay un solo modelo de familia, sino muchos tipos de familia. ¿Y qué tenemos hoy? Un 60% de los hijos nace fuera del matrimonio.

¿Considera que existen distintos tipos de familia?

Sí, por supuesto, existen.

¿Y cree que haya amor en una pareja homosexual?

¡Lógico! ¿Cómo me voy a meter yo en los sentimientos de las personas? ¡Pero por supuesto que hay amor! Aquí no estamos hablando de amor, estamos hablando de leyes. Se crean instituciones jurídicas para ciertas realidades. Y en eso tenemos que ser comprensivos. Pero no hagamos girar toda la sociedad en torno a realidades particulares. Nosotros en la UDI nunca le hemos preguntado a alguien si es o no creyente o si es o no homosexual. Eso no nos preocupa. No es tema.

Hubo dirigentes que plantearon que la UDI se estaba "desnaturalizando" con algunas propuestas, ¿qué le parece?

Nadie se puede autoerigir en dueño de la "naturaleza de la UDI" o custodio de esa naturaleza. Ya en 1985 y 1986, en los tiempos del Movimiento Gremialista, pasamos por tres o cuatro comisiones políticas discutiendo sobre la ley de divorcio. Jaime Guzmán las presidía y la opinión, para sorpresa mía, fue muy dividida, sobre una ley que entonces ni siquiera se discutía. Y eso fue bajo la presidencia de Jaime, que tenía una agenda valórica clarísima, pero sin embargo, entendía también que los partidos políticos acogen a gente que tiene enfoques valóricos distintos.

¿Cree que la agenda valórica es el test de la llamada "nueva derecha"?

Hablar de "nueva derecha" como la expresión de algo que está surgiendo ahora es muy prematuro. Tampoco es un concepto que podamos definir en función de quién asuma el próximo gobierno y, menos, en función de temas valóricos. Si nos vienen a decir que la agenda debe ser esta o la medioambiental, creo que estaríamos cometiendo un error político gigantesco. No podemos ser tan frívolos y arrogantes.

06/02/2011

Fuente

No hay comentarios: